Trabajo en conjunto entre el Municipio y la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción.

El cuidado del medio ambiente y reciclaje es primordial para la comuna de Santa Juana, sobre todo considerando que se cuenta con la primera Planta de compostaje y reciclaje de Chile. En este contexto es que firmó un importante convenio entre el Municipio (Oficina de Medio Ambiente) y la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción, la iniciativa se denomina “Recicla la Mascarilla”. Se contará con varios centros de acopio en distintas dependencias; Hospital, postas rurales, Departamento de Salud Municipal y Municipio.

Actualmente se están desarrollando otras iniciativas de reciclaje, entre ellas la campaña “Reciclaje de pilas en desuso” y también el reciclaje de residuos que van directamente a la planta de compostaje, por tanto uno de los  enfoques principales para la Municipalidad es ser una comuna verde. Respecto a la campaña con la UdeC, el profesional de la Oficina de Medio Ambiente Claudio Garrido destacó que, “Estamos lanzando esta campaña, esta iniciativa es una de las primeras a nivel regional y buscamos reciclar la mayor cantidad de mascarillas en desuso, distribuyendo diferentes centros de acopio como por ejemplo; hospital, postas rurales, Municipio y Departamento de Salud Municipal”.

En tanto, el Director Ejecutivo de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la UdeC, Alex Berg indicó que, “Las mascarillas son fundamentales hoy en día, no hay duda que son indispensables y además vamos a continuar utilizándolas por largo tiempo, sin embargo tiene un lado oscuro y es básicamente que las mascarillas están hechas de polipropileno que no se degradan, lo que es una contradicción, las mascarillas las usamos por unos pocas horas, un día y el material de que están hechos perdura por 400 o 500 años, por lo tanto lo que estamos buscando es disminuir el daño ambiental que causa. Hay que disminuir la acumulación indebida y esto lo hacemos reutilizando el material que las compone. Aquí se recopila, se desinfecta, lo que es fundamental, ya que no se puede manipular. El proceso posterior es molerlas, las peletizamos y finalmente damos vida a nuevos productos que pueden ser muy distintos como; tapas para lápices, basureros, maceteros, en fin una serie de productos”.

Fuente: LPEM