

Los plásticos deben ser reciclados, debido a su corta vida útil y largo tiempo de degradación. El año 2011 se consumieron 821.000 toneladas de plásticos en Chile, de las cuales sólo un 7% se recicló. Se estima que el 10% de los Residuos Sólidos Municipales corresponde a plásticos, lo que equivale a más de 610.000 toneladas anuales. Por otro lado, el 48% de los plásticos consumidos anualmente se destinan a Envases y Embalajes, productos de corta vida útil.
En la actualidad, en Chile sólo se realiza el “reciclaje mecánico”, en el que los residuos plásticos se lavan, muelen y funden, para producir pellets y fabricar productos de baja calidad relativa. Entre las limitantes de este tipo de proceso están que sólo se pueden procesar plásticos puros (de un solo tipo) y limpios. Por ello, la tasa de reciclaje no puede aumentar de manera significativa.
Como alternativa, existe el “reciclaje químico”, el que permite tratar todo tipo de plásticos sintéticos (derivados del petróleo), incluso aquéllos con un cierto grado de suciedad y sin requerir una previa separación por tipo. El proceso se denomina pirólisis y consiste en una degradación térmica del material en ausencia de oxígeno. Como producto se obtiene una mezcla de compuestos orgánicos lineales, con diferentes pesos moleculares: los hidrocarburos de alto peso molecular se comportan como ceras y los livianos pueden ser usados como combustibles líquidos en motores y calderas.
Un mercado importante para las ceras es la hidrofobización de tableros reconstituidos de madera, para otorgarles mayor resistencia frente a la humedad. El mercado en Chile para este producto es de 3.500 – 4.000 ton/año y su precio de 1.000 – 1.300 US$/ton. Actualmente, la totalidad de los productos hidrofobizantes utilizados para este fin son importadas. Por su parte, los combustibles líquidos industriales tienen una gran demanda en el sector productivo, aunque su precio es bajo.
Hasta hoy el reciclaje químico no se realiza a escala industrial en ningún país de Sudamérica y sólo en forma incipiente en Norteamérica, Europa y Asia. UDT inició la investigación en este campo con los proyectos Innova Chile 11IDL1-10588 “Evaluación de la disponibilidad de residuos plásticos y su valorización para obtención de combustibles” el año 2011 e INNOVA 13IDL2-18714 “Desarrollo de productos de interés comercial, a partir de residuos plásticos, para aplicaciones químicas y energéticas” el año 2013. La tecnología desarrollada se está escalando, validando el prototipo a escala piloto a través del proyecto INNOVA 15VEIID-45849 “Escalamiento de un proceso de termoconversión de plásticos para producir productos de interés comercial”
Los resultados de pirólisis de plásticos a nivel de laboratorio permitió caracterizar los productos, con resultados sorprendentemente positivos. De hecho, se pudo comprobar que las ceras obtenidas a partir de poliolefinas ofrecen prestaciones similares a los productos hidrofobizantes comerciales para tableros aglomerados. De igual manera, la fracción liviana de hidrocarburos tiene una composición química muy similar a la que caracteriza al combustible diésel.
Acualmente se están evaluando las variables más importantes del proceso, incluido el comportamiento de distintos tipos de plásticos, mezclas de ellos y la influencia de residuos que puedan estar presentes en plásticos post-consumo. En forma paralela, se está construyendo una planta piloto continua, para demostrar la factibilidad técnica y económica de la tecnología y obtener cantidades suficientes de ceras y combustible, para realizar aplicaciones demostrativas.
Las repercusiones del proceso en desarrollo pueden ser muy significativas, ya que la generación de residuos plásticos seguirá creciendo durante los próximos años y la nueva Ley de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor impulsará su uso. Además, el mercado de las ceras hidrofobizantes y los combustibles líquidos industriales es masivo y atractivo.